Acertar con los Crampones

Hoy nadie discute que los crampones son una parte indispensable del equipamiento invernal, aunque al principio no era así y no es hasta 1909 cuando Oskar Eckenstein  diseña el primer crampón de 10 puntas y  se lo da  Henry Grivel para que se lo fabricara, desde entonces este material nos ha acompañado en todo tipo de ascensiones y escaladas en nieve/hielo.


La evolución del crampón ha sido imparable y poco queda de  su diseño original, al igual que ha pasado con otros materiales su evolución ha pasado por la especialización con lo que en el mercado nos podemos encontrar infinidad de modelos  aparentemente todos muy similares que pueden producir cierta confusión entre los usuarios.

Por todo esto es conveniente hacer una breve descripción de  los tipos y características de cada uno de ellos.

Si nos apoyamos en las propias definiciones de los fabricantes y mi criterio personal, podemos agruparlos en.

Marcha: suelen tener 10-12 puntas son flexibles y contar con fijaciones aptas  todo tipo de calzado.

Ligeros Travesía: su material base suele ser el Aluminio con lo que su peso es muy reducido y su campo de acción son las travesías con esquís y nieves duras, resulta peligrosos en terrenos de nieve helada, mixtos.

Técnicos: suelen ser de 12 puntas de acero o aleaciones duras con unas puntas largas y potentes, son semirrígidos y cuentan con varios tipos de sujeciones, son los modelos más polivalentes y su campo de trabajo son las ascensiones en Alta Montaña.

Alpinismo Técnico: de 12-14 puntas,  la mayoría son semirrígidos con las puntas delanteras con más ángulo de ataque, a diferencia de los anteriores están diseñados para mejorar su  trabajo en hielo y mixtos sin olvidar las pendientes de nieve.

Cascada/Mixto: son rígidos no tienen nada que ver con lo anterior, poseen una punta única central su diseño es exclusivamente para mixtos y hielo vertical, en terrenos medios su funcionamiento es precario.

Después de leer esto parece que la cosa esta clara y que no hay más que hacer que elegir el tipo de crampón en función del uso que le queramos dar, pero la verdad es que no es del todo cierto,  se nos olvida uno de los  puntos más importantes del crampón: La bota.

La bota es quizá hoy el elemento determinante a la hora de escoger un tipo de crampón, nadie debería comprar ningún crampón sin antes comprobar la compatibilidad de ambos materiales, no hay nada más peligroso que un crampón mal ajustado en una bota. Un crampón debe quedar perfectamente ajustado en una bota no sólo en la zona de puntera sino también en el talón.  

Otro aspecto a valorar es la rigidez de la bota, en una bota; si la bota es flexible el único  que trabajará correctamente es el crampón flexible y si la bota es semirrígida pues sería el semirrígido; otro caso son las botas rígidas que permiten el uso de semis y rígidos.

Por último nos quedaría el tema de la sujeción del crampón donde encontramos tres tipos: correas, Semi automáticos y automáticos; respecto  a esto los de correas  aunque más versátiles su uso recomendado son las botas  flexibles, son más difíciles de ajustar  y trabajan mejor  con grandes torsiones del pie, los más  polivalentes son los semis aunque su pega es que necesitan de que la bote posea un rebaje en el talón que lo permita, son los más seguros y rápidos de colocar, los automáticos les pasa lo mismo en temas de ajuste que lo que comentábamos es necesario  comprobarlo previamente con la bota, el susto puede ser espectacular!!. Nos quedaría una última que combina el sistema automático y el semi, una fórmula interesante y segura para alpinismo técnico.


 Para terminar hay que hacer mención a que todos los crampones deben ser usados con antiboot y que necesitan un mínimo mantenimiento en función del material con el que estén fabricados, suele bastar con guardarlos secos después del uso.

Exponer todos los modelos sería muy largo, por ese motivo sólo incluyo  algunos tipos  modelos y la sujecciónes.

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