Descuelgues, que no te pillen por sorpresa
Cambiar de rocódromo o de nuestra escuela habitual de
escalada puede que nos depare alguna que otra sorpresa, esta claro que cada lugar
esta sujeto a ciertas peculiaridades propias que en muchos casos sobre pasan de
lo “gracioso” o de lo que estamos acostumbrados, pongamos por caso: el grado,
alejes de los seguros, etc…, en la mayor
partes es más o menos paradójico y sólo es cuestión de acostumbrarse pero en otros hay
ciertas sorpresas que sólo encontramos a la hora de chapar para descolgarnos,
por mucho que nos pese los descuelgues siguen siendo el punto flaco de la
mayoría de las escuelas de cualquier lugar del mundo, cada responde al criterio
de su equipador sin ajustarse al propio equipamiento de la vía, eso sin contar que
en la mayoría de los casos suele ser un punto que se obvia en las infos de las guías
con el consiguiente peligro, puesto que hay tantas variedades como descuelgues,
sin contar que es elemento un que sufre
mayor desgaste en cualquier zona de
escalada deportiva y por tanto puede estar muy degradado y tener un estado muy
diferente al que presenta el resto de la
vía.
Está claro que cuanto más
variemos de escuela mayor preparación para adaptarnos y poder solucionar todos
los imprevistos, pero:
¿Qué hacemos cuando no es el caso? y ¿Además estamos acostumbrados a lo “bueno”?.
Unas buenas preguntas que en muchos casos nos hace pasar un mal rato o incluso
rozar el peligro, una situación que se puede evitar si tenemos un mínimo de
recursos o por lo menos vamos preparados para “todo”.
Para empezar mejor
plantearnos una serie de errores de concepto a la hora de escalar una vía
deportiva.
Lo malo
es encadenar, descolgarse da igual
Es el típico error del
escalador deportivo y que no se debería cometer, normalmente puedes llegar
petado o al límite esperando poder encontrar ese “cazo” generoso donde poder reposar y así chapar el descuelgue o por
el contrario has apurado las cintas y te encuentras con que no llevas nada de material salvo tu cuerda.
Estos son los errores más
típicos y por un lado los más fáciles de solucionar, a la hora de ponernos a
escalar cualquier vía no podemos fiarnos del modo en que estén colocados los
seguros, dado que por mi experiencia esto no suele corresponderse al estado del
descuelgue, hay que contar que en muchos casos éste no es visible o no puede
comprobar su estado. Para ello sólo debemos ser precavidos y llevar suficiente
un par o más de cintas exprés de las que marca la reseña además de un mosquetón
de seguridad y un maillon.
¿Cuántos
tipos hay?
En principio podríamos
decir que tantos como vías deportivas,
es lo que podíamos decir, sin embargo ésta afirmación es un poco exagerada y verdad es que se pueden agrupar en varios
tipos según su peligrosidad.
La razón de esta
diversidad es más simple de lo que parece, el descuelgue es el elemento con
mayor coste del equipamiento y el más complicado de instalar por tanto es
donde muchos equipadores suelen “fallar”
a la hora de finalizar el equipamiento de una vía.
Si entrar en mucho debate
podemos agruparlos en esto tres grupos:
- Directos: aquellos que no necesitan realizar ninguna maniobra especial y sólo se necesita mosquetonear la cuerda directamente como si fuera una cinta Exprés, éstos son los ideales pero son también los que sufren un mayor deterioro.
- Indirectos: aquellos que resulta imposible realizar la maniobra anterior, porque su configuración requiere de una maniobra de pasar un cabo de la cuerda por el descuelgue, el caso más común lo componen 2 ó 1 anilla; son los que mejor soportan el paso del tiempo pero son los más engorrosos.
- Peligrosos: ni lo uno ni lo otro, aquellos que
bien porque el mosquetón tiene seguro que no se habré, que sólo de
mirarlos nos dan pánico o por lo menos cierto canguelo, da igual lo que
hagamos pero por “Dios/Mahoma/lo que sea” que aguante hasta que llegue
al suelo.
¿Qué
necesito, para salir de todos los casos?
Pues en realidad menos de
lo que piensas, todos los escaladores deportivos deberíamos llevar un pequeño
“Kit” salvavidas, con un mosquetón de seguridad, un maillón, un cordino de 6 mm y 2 cintas Express de más,
todo esto más que suficiente para solventar casi todos los casos “normales”, es
decir aquellos donde existe una instalación y no es necesario reforzarla o
instalarla. Este Kit ni dificulta nuestro encadene ni nos grava con un peso excesivo en nuestro arnés más si se
tiene en cuenta que puede ser la diferencia entre un susto mortal y una “ligera”
incomodidad.
Descuelgues:
¿Cómo Hacer?
Pese a que cada tipo
requerir una maniobra distinta hay que tener un criterio o mejor dicho un hábito que
nos sirva para cada situación.
• Directos:
a) Al llegar al descuelgue y desde una posición
cómoda, coloca un cinta Exprés en la chapa
de alguno de los anclajes del descuelgue; evita, si ello es posible, la
anilla o la cadena y chapa la cuerda a
esa cinta, para luego desde una posición cómoda chapar el descuelgue, de este
modo evitas sorpresas, a continuación
chapa el descuelgue y avisa a tu
compañer@ para que recoja cuerda y en cuanto
notes la tensión de la cuerda recoge
el material y para abajo.
• Indirectos:
a. Realizar el procedimiento anterior para una vez
pasada la cuerda por la cinta exprés auto asegurarte con tu cabo de anclaje o sino tienes con 2 cintas Exprés contrachapeadas al descuelgue.
b. Procede a pasar un bucle de la cuerda en caso por los anclajes sin desencordarte y haz un ocho de gaza y únelo al mosquetón de seguridad que llevas
en el arnés (punto central).
c. Deshaz el nudo de encordamiento y pasa todo el
cabo por el descuelgue de modo que sólo haya un solo cabo por el mismo.
d. Verifica todo el sistema para comprobar que todo
es correcto, informa a tu compañer@ para que te tense y una vez que notes esa tensión desmonta tu
aseguración con las cintas exprés y desciende.
· Peligrosos:
a.
Seguir los
pasos anteriores hasta el punto b.
b.
Instala un
machard bidireccional a la cuerda que nos sirve para descender y únelo al arnés
por encima del punto de encordamiento.
c.
Vuelve a
encordarte con el cabo de la cuerda al arnés para así estar atado a la cuerda y
unido a la cuerda de descenso.
d.
Verifica todo
el sistema para comprobar que todo es correcto, informa a tu compañer@ para que
te tense y una vez que notes esa tensión
desmonta tu aseguración con las cintas exprés y desciende sujetando siempre el
machard para ayudar a su deslizamiento, de este modo en caso de rotura del
descuelgue, la caída será sobre el último seguro instalado.
Alguna
precaución más
·
Nunca te descuelgues sobre un cordino directamente,
el peligro es real y mortal, instala un maillón o instala un rapel su no te
queda otra opción.
·
Si vas a
trabajar sobre una ruta en top rope instala tu propio mosquetón de seguridad,
darás más vida al descuelgue y añades más seguridad a tus compañeros.
·
Si vas a
dejar las cintas puestas después de encadenar, procede a sacar la cuerda de las
cintas expres de la vía al descolgarte, esto ayuda a descargar tensión del descuelgue reduciendo
su desgaste como alargando la vida de tu cuerda.
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