Esquí de Montaña en Grupo
Ahora que parece que va a comenzar la temporada, no va mal repasar.
Ya lo dice el refrán “dos son compañía y tres multitud” pero compartir una actividad es una muy forma agradable de disfrutar de la montaña; no obstante el esquí de montaña a diferencia de otras disciplinas necesita de diversos matices que contribuyan a que esta actividad se desarrolle de una manera segura y sin incidentes.
Ya lo dice el refrán “dos son compañía y tres multitud” pero compartir una actividad es una muy forma agradable de disfrutar de la montaña; no obstante el esquí de montaña a diferencia de otras disciplinas necesita de diversos matices que contribuyan a que esta actividad se desarrolle de una manera segura y sin incidentes.
Para la mayoría de los esquiadores de montaña
esto es un tema tabú o que se deja a la propia inercia de los que forman el
grupo y referirse a ellos puede herir ciertas sensibilidades pero si de verdad
queremos disfrutar de una manera segura no podemos obviarlas.
Por este motivo si vamos
a plantear una salida en grupo antes hay que pararse a pensar sobre estos aspectos:
- La dirección del grupo
- La comunicación entre todos
- Comportamiento ascenso/descenso
Uno de los errores
habituales es asociar estos conceptos sólo a los recorridos complejos o zonas
glaciares de los Alpes, sin entender que es el propio grupo el que genera las
situaciones peligrosas.
Dirección
del grupo
En todo grupo siempre
debería haber una persona que dirija, marque la traza o simplemente valore el
estado de la nieve Ya lo dijo Mr. Mark Twigth “En montaña la democracia no existe” y si la usamos estamos haciendo méritos para la desgracia, esto último no es suyo pero es
un apunte persona. Para muchos esto puede ir en contra de su modo de ver la
montaña pero esconde una gran verdad que
es que en todas las actividades tanto de parej@ o grupales siempre hay alguien que la ejerce, si el grupo no es muy
cohesionado puede estar muy difusa pero
al final siempre hay alguien que la asume, eso no significa que sea el mejor
pero….. mejor eso que nada.
Obviando estas conjeturas
lo mejor sería establecer una jerarquía
(no confundir con dictadura) clara, eso ahorra disgustos, errores de ruta y
ayuda a la evolución de los esquiadores de menor nivel.
Una vez elegido o
soportado éste va a ser el responsable
de conducir al grupo y tomar decisiones que les afecten (no menospreciar el
tema de la responsabilidad civil y las demás implicaciones legales)y por tanto
el encargado de realizar las distintas señales.
Comunicación
Poder comunicarse y
entenderse son dos principios básicos de a la hora de hacer esquí de montaña,
que nos pueden ahorrar más de un malentendido y alguna que otra situación
peligrosa.
Está claro que lo más
adecuado sería usar un medio de
comunicación “tecnológico”: walkie, Smartphone, pero si nos paramos un momento a
recapitular veremos que esto es un poco “friki” y alejado de la
realidad, hace falta tener cobertura, manipular el aparatito con los guantes
etc.. así pues sólo nos queda usar
medios más “primitivos” como son los bastones de esquí y de paso reservar estos
medios para otras situaciones más importantes.
Usar los bastones como
medio de comunicación es muy sencillo, sólo requiere que todo el grupo o personas implicadas lo
conozcan y sepan su significado.
Donde esta comunicación resulta más importante
es en el descenso; una de las partes más escabrosas del esquí de montaña, donde
a la pendiente se le une el estado de la nieve y por qué no decirlo nuestro
propio estado físico y mental, así pues una pequeña ayudita extra puede
ahorrarnos más que un revolcón desagradable, sin tener en cuenta que cada caída
en esquí de montaña es una participación en la ruleta de las lesiones.
Para ello aquí os
proponemos un sencillo código válido para casí todas las situaciones:
Si en parado No en parado
Atención/Peligro en este punto en marcha
La parte más “escabrosa”
del asunto pero si hay un Lider tiene que haber cierta disciplina, es habitual
ver en grupos de esquí de montaña un comportamiento anárquico de sus
integrantes, en la mayoría de los casos esta actitud viene marcada por una particular interpretación del “sentimiento de libertad en la montaña”, una fórmula que pueden
poner en peligro a los demás, por lo que hace necesario saber dónde se mete uno
antes de que sea demasiado tarde.
Puede que sea una
obviedad pero el verdadero sentido a salir
en grupo es para disfrutar de la compañía si por el contrario se trata de
un mero acto de exhibicionismo pues mejor ir sólo. Con esto no queremos
demonizar las salidas colectivas pero si
ponerlas en su justo punto.
Lo primero de todo es
realizar un completo protocolo de Arva para todos, si esto no se realiza es la
primera señal de alarma. Superado este punto deberemos observar un mínimo de
comportamiento:
Ascenso
A priori es la parte más
sencilla de la evolución de un grupo, sólo con mantener disciplina de huella evitando la generación
de tantas trazas como participantes suele
ser más que suficiente, sin olvidar que
habrá que establecer e ir variando la distancia entre todos los
componentes del grupo en función del terreno y las condiciones de la nieve.
Otro aspecto a valorar es
el ritmo debería estar adaptado al de menor nivel del grupo, evitando la
dispersión del mismo; no es un error realizar subgrupos siempre y cuando se
mantenga un contacto visual en todo momento y no quede nadie aislado sin
supervisión.
Igualmente se debe
aprovechar los descansos para establecer puntos de control de todos los
integrantes así podremos comprobar su estado y adoptar las decisiones oportunas
al caso.
Descenso
Esta es quizá la parte
que más cuesta hacer entender y donde se ve realmente la cohesión del grupo, está
claro que el descenso es la parte más
divertida de la actividad y por tanto es esta parte donde más difícil resulta
mantener la cohesión.
Uno de los grandes
errores es el pensar que la parte difícil de la actividad ha finalizado y que
ahora viene el disfrute, nada más lejos de la realidad, el descenso es la pare
más comprometida y donde se producen la mayoría de los accidentes.
A la hora de ponerse a
bajar es importante imponer cierta disciplina y que la persona que ejerza de
líder valore el método y forma de descender, entre sus obligaciones está el de
elegir la línea de descenso y los puntos
de reagrupamiento.
La mejor forma es que el
Líder descienda primero y establezca en el primer punto de reagrupamiento el
método a seguir, usando el código de señales antes mencionado; en todo caso los
esquiadores deben respetar estas consignas y mantener en todo momento una
distancia de seguridad con los demás.
El descenso se debe hacer
de forma escalonada buscando puntos de
reagrupamiento que estén protegidos y que ofrezcan seguridad a todos los
componentes del mismo así de esta forma mantendremos el control y vigilancia
sobre todos los miembros de forma que siempre haya alguien con visión sobre el
grupo.
“Ir en grupo no significa
más seguridad, antes de compartir una
actividad infórmate sobre su forma de actuar y si su aptitud concuerda con tu
forma de pensar”
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