Chaquetas para no pasar frio

Con el frio llega la hora de conseguir algo de abrigo extra o por lo menos  no perder ese calor vital que  nos hace pasar de una zona de confort a  la tiritona. En este mundo que vivimos donde la información y las tendencias varían en función de los intereses o la evolución de la intención de compra  resulta un poco lioso saber cuál es la prenda correcta o  la que se adapta mejor a nuestras necesidades.
Antes de empezar hay que remarcar que por mucho que se intente las fibras naturales, pluma, lana), son algo que por mucho que se intente no se puede mejorar aúnan a partes iguales propiedades y ecología, sólo hay que escoger marcas  que cumplan esas premisas algo no muy difícil si elegimos bien.
Así pues vamos a dar un repasillo a lo que el mercado nos ofrece con un poco de información previa.
Los  años 80/90 fueron un poco devastadores para el mundo de la montaña, por un lado se produjo un profundo avance en el mundo de los usuarios, se pasó de que sólo unos pocos (colgados) lo practicarán a que se empezará a ser un deporte de masas, eso hay que unirlo al desarrollo tecnológico donde sólo lo último era lo bueno: plásticos, fibras, etc… una situación que se asentó de manera fija en la mente de todos y que ha permanecido en el tiempo avalado por aquellas marcas que no quieren perder cuota.

Es por estos motivos que el panorama actual pasa por el desconcierto o más bien por el error de conceptos,  pese a todo la verdad es más sencilla de lo que parece y se resume en dos   conceptos básicos  que nos dan ese de calorcillo.

Fibras: son un producto tecnológico y en la mayoría provenientes de  derivados del petróleo, la primera fue la Guata, si no la conocéis preguntar a vuestra abuela, posteriormente apareció el Thinsulate, algo rompedor y que parecía el gran revulsivo del momento frente a la pluma, pese a su boom inicial cayo en el olvido y hoy su presencia es residual en productos de gama baja pero pese a esto su evolución continuo y se transformó en el actual Primaloft otra fibra con algo más de retención calórica pero del mismo estilo a las otras, hay variantes a esta fibra dado que todo está sujeto a las patentes pero en la sustancia no dejan de ser sucesoras de la Guata de los 60, pregúntale a tu abuela/madre y te dará una explicación de esta fibra.


Fuera de esto hay que reseñar que su capacidad calórica está por debajo de la pluma aunque su comportamiento  en situaciones de alta humedad la convierte en una opción válida para ambientes donde predomine esa situación. Su proliferación actual viene  marcada por un diseño muy técnico en prendas destinadas a  una 4 capa, algo  que hoy está superado por  la pluma.

Si vamos a longevidad, su duración es mayor  se puede lavar no es susceptible a compresión y las reparaciones son muy sencillas si se rompe la  tela no suele perder fibra por la rotura.

La gran pega es el volumen para la misma protección térmica se necesita mayor gramaje, sin contar que es necesario que el cuerpo este caliente para generar calor, dado que la retención de aire corporal es muy pequeña.

A la hora de elegir la fibra como material sintético que es depende mucho de los derechos  de marca por tanto  en la mayoría de los casos no hay mucha diferencia entre uno y otro, todos salen de lo mismo: El Petróleo así que lo mejor es decantarse por el diseño y el precio.

Pluma: El gran aislante de toda la vida, su origen hay que buscarlo en las exploraciones polares de principios del siglo XX y desde entonces su aplicación al mundo de la montaña ha sido imparable, realmente no tiene competidor; el único es su  precio que la aleja de prendas menores.

Las prendas confeccionadas con ella son muy confortables  dado que aportan un “calor” casi inmediato al tener una alta retención del aire corporal.


Su gran enemigo ha sido la falta de diseño y el coste elevado de cada prenda que no hacia competitiva prendas de poco gramaje, algo que ha cambiado dado que el número de practicantes (compradores) ha aumentado de manera notable lo que ayuda a su “abaratamiento”.

Lo más complejo de estas prendas es el gran mogollón de conceptos que las rodea:
·         Tipo pluma: pluma( pluma pequeña con cañamón pequeño), duvet, plumón o down ( forma tridimensional, con un pequeño núcleo de cual crecen las fibras en todas las direcciones)
·         Loft o fill power: volumen que se alcanza en su máxima expansión
·         Cuins: unidad de volumen de pluma por centímetro cúbico, depende mucho del tipo de prenda por lo que lo normal es que sea por encima de 500 cuins.

Con esto es normal que cualquiera se pierda,  sin contar que aparte de todo está el tema del pato/oca, no todas son iguales y depende mucho de cómo se haya tratado al animal, algo repercute notoriamente sobre la calidad de la pluma; este dato no suele ser aportado por los fabricantes y en algunos casos la pluma comercializada ralla el maltrato animal algo que se da  en países fuera de la CE.

Fuera de esto la pluma ha evolucionado muy rápidamente y  hoy se puede encontrar desde productos confeccionados con pluma reciclada hasta las que llevan un tratamiento hidrófugo que la sitúa al nivel de la fibra.

Para resumir podemos decir que  si buscamos una prenda con alto poder calórico y de poco grosor para situaciones estáticas o con poca transpiración (descensos de esquí por ejemplo), la opción es clara: Pluma si por el contrario  nos movemos en ambientes húmedos o con alta transpiración pasamos a la fibra, un ejemplo son las chaquetas técnicas con relleno estratégico en zonas donde se necesita una mayor protección.

A la hora de elegir  hay que buscar prendas donde el  diseño, calidad de las  cremalleras (lo más débil), capuchas, movilidad etc  estén a la altura de su  precio y no pagar más por menos.


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