Esquí a la Luna LLena

 luna tiene algo que nos atrapa , ya sea por su magnetismo o por su belleza y que por muy duros que nos sintamos despierta en nosotros  sentimientos  casi siempre positivos.


 Así no es de extrañar que  nos guste estar en su compañía  y por que no  ser nuestra compañera  en muchas de nuestras actividades donde el esquí  tiene su lugar.

Esquiar de noche o con baja luminosidad no es una de las prácticas habituales para un esquiador de montaña, aunque estas situaciones si son posibles en aquellos lugares donde la duración de la actividad sobrepasa nuestras previsiones o simplemente es algo necesario por las condiciones del lugar donde las horas de luz son escasas. También hay otra posibilidad  de carácter más bucólico o romántica como es la de disfrutar del esquí con Luna Llena.

La península Ibérica y sus macizos   alpinos debido a su latitud nos suelen proporcionar bastantes horarios con luz, algo que no pasa en las zonas más al norte de Europa donde la luz diurna escasea y  donde se hace más habitual tener que convivir con la oscuridad plena o parcial; pero sea la situación que sea hay que  ser consciente  que esquiar bajo estas premisas es otra cosa  donde  deberemos estar preparados para este tipo de actividad porque la montaña  sin luz es otra cosa.

 La mayoría de las situaciones    nocturnas que se dan en el esquí de montaña suelen  producirse al comienzo de la actividad y la mayoría en tramos ascendentes donde el intentar ganar “tiempo” en el recorrido nos hace  tener que anticiparnos a la salida del sol, estas situaciones no son problemáticas dado que en la mayoría de las ocasiones los periodos  de luz  están previstos  y sólo nos  afectan a una parte muy pequeña de la actividad. Otra cosa es que por razones ajenas a nuestra planificación los horarios se alarguen y  se vean afectados por efectos del acorte de luz que se san en las fases iniciales del invierno.

Nadie quiere que le pille la noche en la montaña, salvo que sea parte de una cosa planificada y buscada; pero es evidente que esta situación se puede dar, por tanto no es del todo descartártele que se presente en cualquier actividad, por este motivo se hace necesario  el llevar siempre en el equipo una linterna frontal con ropa de abrigo suficiente, cosas que   deberían ser partes imprescindibles  de nuestro equipamiento sea cual sea  nuestra salida. Pero estas obviedades  no son la razón de este artículo, nosotros vamos a hablar de la otra parte más  romántica de la falta de luz diurna: Esquiar bajo la Luna.

Esquiar bajo la Luna   es algo puntual  y diferente pero que por lo menos todos los amantes del esquí de montaña deberían probar por lo menos alguna vez.

Aquí vamos a intentar dar unas pautas y recomendaciones que os ayuden a planificar mejor  esta actividad y disfrutarla en su esplendor con la seguridad que  se debe mantener.

Aunque sea algo obvio, esta claro que este tipo de esquí sólo es posible en periodos de luna Llena o con algunas de sus  fases avanzadas , algo que sólo sucede una  vez al mes y que encima necesita  de unas determinadisimas   condiciones meteorológicas y nivologicas, aún asi si contamos  con los días de previos y posteriores al plenilunio podemos de disponer de al menos 5 días al mes para disfrutar de este tipo de esquí. 

Lo primero  que necesitamos es  conocer los horarios  de salida de la luna, algo que varía en función del mes que sea, para adecuar nuestro descenso con su periodo de máxima luminosidad  normalmente los mejores momentos para practicar este tipo de esquí son los principios del invierno (Diciembre)  donde los horarios de salida y puesta de la Luna son mas tempraneros y nos ayudaran a conciliar con otras actividades rutinarias del día.. 

Otro aspecto importante a tener en cuenta es la orografía del terreno y su orientación  respecto al punto de salida de la Luna para comprobar que no exista ningún  obstáculo importante que impida la llegada de su luz  inicial, en caso de que hubiera tendríamos que prever el tiempo que necesitara para   alcanzar la altura  necesaria  para iluminarnos el descenso.

Asi pues  se impone un trabajo previo para   establecer un horario de ascenso-descenso  para ajustarlo  y de este modo  conseguir que el   descenso se realice con la mayor aportación de luz lunar y no tener que esperar “helados” a que dispongamos de luz suficiente para bajar.

En los periodos de Luna  llena la Luna  suele aportar Luz suficiente para descender con seguridad aunque esta claro que eso no nos exime de tener  que llevar una frontal más “profesional” que nos aporte un haz de luz más amplio que el proporcionado por una linterna normal; gracias al mundo de los ultra Trail  y carreras de montaña podremos encontrar modelos muy eficientes  para este cometido. Es importante reseñar que pese a disponer de luz, los relieves y deformidades   del  terreno tienden a  atenuarse por lo tanto  el control de la velocidad y  realzar  un  descenso organizado es una premisa imprescindible en esta actividad.

Otro aspecto importante es ser consciente del  efecto deslumbramiento que podemos ocasionar a otros esquiadores si llevamos la linterna encendida y que  puede provocar un accidente en algún compañero si le enfocamos directamente de manera accidental, si somos un grupo grande o numeroso incorporar una luz roja de posición en la parte trasera casco-mochila y un chaleco reflectante es algo superrecomendable para todos los participantes.


CONSEJOS

Si vuestra intención es disfrutar de un esquí con la compañía de la Luna, aquí os dejo las siguientes recomendaciones:

Infórmate correctamente de las condiciones meteorológicas y atmosféricas 

Intenta formar un grupo para hacer la actividad, siempre será más seguro hacerlo con varias personas que en solitario o en pareja.

Pierde tiempo en revisar el equipo y no dejes nada  para el último momento.

Lleva suficiente ropa de abrigo, material de  reparación, linterna….

No lleves a nadie con un nivel de esquí bajo,  esquiar con poca luz baja el nivel técnico de todo esquiador

Haz una buena planificación horaria de ascenso-descenso ajustándolo lo mejor posible a las horas de mayor luminosidad.

Desciende de forma organizada realizando descensos en  tramos cortos que permitan la reagrupación de todos los participantes y que eviten que alguien pierda contacto con el grupo

Controla la velocidad, acuérdate que los relieves se atenúan y  que algunos obstáculos se distorsionan por la falta de luz.

No enfoques directamente a nadie, cuando hables con alguien hazlo siempre mirando al suelo.

Maximiza la seguridad en toda la actividad, un rescate o evacuación en esas condiciones puede resultar peligroso

Asegúrate de que haya cobertura de móvil o usa  aparato de radiofrecuencia, recuerda que hay un canal específico 7,7 

Intenta empezar a practicar a esquiar de noche o con poca luz antes de pasar a descensos más complicados

Usar sistemas de comunicación radio ayuda a  realzar un control del grupo.

Establece un código de señales con la linterna.*

Evita realizar esta actividad en terrenos que no conozcas o en aquellos con peligros objetivos.

¿Y DONDE LO HAGO?

Si ya hemos dicho que para esta actividad lo primero es tener luna lo segundo es buscar el mejor sitio para ello. 

Lo más habitual es realizarlo en zonas perfectamente conocidas y habituales para nosotros que estén libres de peligros objetivos y sean lo más seguras posibles, libres de obstáculos importantes.

 Los sitios mejores son por supuesto las estaciones de esquís que nos proporcionaran zonas tranquilas de ascenso y libres de obstáculos para el merecido descenso,;  aunque parezca el  sitio perfecto  para estas actividades hay que tener en cuenta que estos periodos nocturnos es  cuando se realizan las tareas de mantenimiento de las pistas  y por ello las maquinas pisapistas pueden estar trabajando y no debemos interferir en sus tareas amen de que pueden existir cables tractores que crucen las pistas que resultan invisibles en la oscuridad,  con el consiguiente peligro.

Pero las estaciones de esquí no son el  único lugar donde realizar un descenso con luna llena hay también muchos lugares propicios fuera de estos entornos  siempre y cuando  las condiciones de nieve sean buenas  y propicias, algo que  nos hará disfrutar  de una   experiencia más satisfactoria.

Además el mundo es grande y hay otros fenómenos atmosféricos como son las Auroras Boreales que acrecientan esta experiencia.

MEJOR ÉPOCA

Los meses de diciembre, enero y febrero son los mejores puesto que la luna llena suele alcanzar su punto culminante antes de las  12 de la noche, por lo menos en nuestras latitudes ,otra cosa es en el resto de ubicaciones, donde deberemos informarnos de este tema.




¿CON QUIÉN?

Una actividad como ésta es mejor hacerlo con amig@s y así poder disfrutarla juntos, pero hoy en día  no es nada raro  encontrar  grupos organizados de Clubs o Guias  que  organicen salidas especificas para esta actividad.

¿MERECE LA PENA O ES UNA FANTASMADA?

Desde  mi humilde opinión si merece la pena probarlo, lo he practicado en  múltiples ocasiones, algunas por obligación, pero  desde luego si es por gusto y con la compañía adecuada es algo para recordar y disfrutar.

TÉCNICA

Realmente no se puede hablar de una técnica especial para esquiar en estas condiciones, pero si se puede  remarcar que esa falta de luz nos influye en la posición por que a nuestro ojo le  va a  faltar una  referencia precisa de la pendiente y eso provoca más desequilibrio por tanto es primordial prestar mucha atención a nuestra posición sobre los esquís y estar preparado para responder ante cualquier problema.

MATERIAL

Para que esta actividad resulte lo mas placentera posible  vamos a necesitar:

Frontal, recomendable led rojo para trasera casco

Gafas sin color  de pantalla, unas gafas de ciclismo con cristal blanco o de tipo seguridad serán un buen complemento para proteger la visión.

Ropa de abrigo y  guantes gordos

Chaleco reflectante si somos un grupo grande o hay esquiadores noveles

Walkie talkie para asegurar la comunicación del grupo

PRIMER CONTACTO CON LA OSCURIDAD

Aunque no es normal aquí en nuestras estaciones hay algunas que en determinadas fechas lo ofrecen como un  “extra” Andorra, Formigal, Sierra Nevada son algunas de ellas; por el contrario en Noruega, Suecia, Islandia o Finlandia es mas habitual por que al carecer de mas horario solar, tienen pistas habilitadas con luz para aumentar su uso.

                                        

TERRENOS A EVITAR

Aunque todos tenemos derecho a decidir y   debemos  ser totalmente responsables de nuestras decisiones, es conveniente matizar que por muy “expertos” que nos consideremos esta actividad debe ser realizada de forma muy conservadora, no es nada recomendable practicarla en terrenos glaciares donde la presencia de grietas, seracs, … estén presentes u otros lugares donde existan marcados peligros potenciales o expuestos donde un simple contratiempo se pueda convertir en una situación de peligro para nosotros o los rescatadores.

Recuerda que el esquí de montaña es para disfrutar y para pasárselo bien, practicarlo sólo para publicarlo en redes  no te  nada y puede poner en riesgo tu integridad.


Buenas Skimotedas


Fotos: Pablo Urquizo y Manuel Suarez

Lo mas sencillo es  establecer luz intermitente para avisar de una incidencia, para comunicar Ok una pulsacion luz, Problemas dos pulsaciones


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