¿Y los Cantos?


 El mundo del esquí al igual que sucede en otras disciplinas deportivas  existen  conceptos que   se nos escapan y que sin embargo resultan importantes  a la hora de  elegir o comprender la funcionalidad de los materiales que forman parte intrínseca   del mismo; conocer estos aspectos conseguirán que nuestro esquí sea más eficiente.


Independientemente que  nuestro espacio sea  en una pista o en  una montaña,  los cantos  de un  esquí son una  parte importante, por no decir vital del comportamiento y respuesta funcional del esquí sobre la nieve.

 Tradicionalmente  solo solemos asociar su   trabajo al estado del afilado, sin comprender  que  por así decirlo que los cantos de un esquí son quizás una de las  partes más importantes de su construcción.

Para comprenderlo hay que saber que sólo los tipos de esquís que no necesiten girar (no confundir con virar) no  tienen cantos  instalados en su estructura. Si no resulta claro este concepto  diremos para aclarar un poco esta dudas  que un Giro se diferencia de un viraje  por que no es necesario, realizar a un cambio de cantos y  en un viraje  el realizar un cabio de cantos  es  totalmente fundamental, en el esquí avanzado  todos los cambios de dirección  son virajes y en montaña los cantos son los que nos sujetan a la pendiente.

 Así de este modo  podremos empezar a comprender un poco  su importancia o más bien  su trabajo específico  en las tareas de descenso; pero antes de nada vamos a intentar explicarlo un poco  el mundo de los cantos para que se  entienda, más o menos.

Todos los tipos  de esquís, independientemente de uso  presentan lo que se bien a llamar una línea de cotas, que  no es otra cosa que  que las distintas  medidas que presentan los diferentes  anchos que presenta el esquí en sus diferentes  tres partes : espátula, patín y cola; lo que no sabemos o quizás si, es que estas medidas determinan un concepto poco conocido pero realmente importante como es  el  canto efectivo  del esquí o lo que es lo mismo la longitud real   del canto que se apoya en la nieve, algo que  interviene directamente en aspectos tan importantes como son el agarre en la nieve o la maniobrabilidad  del viraje.



Pero aún así, la longitud de canto efectivo  no es suficiente para que el esquí sea suficientemente eficaz; los cantos necesitan cierta rigidez en su construcción y  en esta cuestión no ha ayudado mucho la tendencia actual  o podríamos decir “pasada” de  la  búsqueda de la ligereza máxima que aparte de conseguir resultados en el peso  final  del producto  no ha producido mejoras en el rendimiento, sino más bien todo lo contrario.

En estos momentos los fabricantes han dado un paso atrás y han introducido nuevos modelos de fabricación que refuerzan o aportan rigidez al esquí y concretamente su esfuerzo ha sido en mejorar esos parametos sobre los cantos.

Puestos ya en materia, vamos a pasar a  ver cual es realmente  lo que aportan al esquí  y cual son sus funciones.

Los cantos nos van a  determinar con ayuda de la  línea de cotas del esquí, el radio “teórico” de giro de un esquí , algo que puede  ayudar o dificultar la maniobralidad del mismo en las diferentes pendientes o espacios donde necesitamos  maniobrar.

Cuando hablamos de cantos debemos tener claros dos conceptos.

Canto efectivo: es la longitud total que está en contacto con la nieve cuando este desliza, para que este parámetro sea real se debe realizar  con  inclinación y presión del esquiador adecuada. En las construcciones  con   un rocker exagerado  este parámetro va estar más reducido, restando agarre en nieves duras o compactadas, de ahí que los esquís de montaña hayan ido poco apoco reduciendo  su ángulo. Europa no es Japón o EEUU y nuestras montañas  tampoco son los Alpes;  así que debemos tener en cuenta esta medida dado que por estas latitudes  predominan las nieves duras.

Ángulo efectivo, es el resultado que obtenemos al modificar la base del canto  con el “Tuning” lateral, el afilado  de las colas que es distinto al central  del esquí, cuanto menor sea el ángulo del tuning   mejor será su  rapidez en la toma de cantos  y mejor contacto con la nieve, pero por el contrario nos hará más costoso el derrapaje.

Todo estas cuestiones se reducen a que el canto lateral de un esquí es el elemento que realmente nos proporciona el agarre, especialmente en nieves duras y el que nos facilita la maniobrabilidad del esquí por este motivo es muy importante no dejar estas cuestiones a cualquier “taller” o “manitas” de tres al cuarto. Un mal  trabajo  en un taller  no  muy profesional puede hacernos que nuestras costosísimas tablas sean ingobernables o que no les saquemos el partido adecuado; recuerda que unos cantos saneados y  bien trabajados nos harán disfrutar más de nuestras actividades.

Aunque no lo parezca esta cuestión es más importante de lo que parece  para nuestro terreno de juego donde predominan las nieves duras o  variables y donde el apoyo del esquí resulta más necesario que en otras zonas donde predominan nieves más profundas donde predomina la flotación sobre el agarre.

No hemos entrado en otro importante aspecto como es el de la composición del canto y los materiales  que lo forman como puede ser el acero al carbono o su inserción al esquí  algo que afecta directamente a las propiedades mecánicas  del canto y a su comportamiento., algo también importante pero que desgraciadamente  se queda bastante alejado de nuestra intervención; bastante tenemos con llevarlos bien afilados y con el tunig adecuado.

Otro aspecto a valorar muy detenidamente es su mantenimiento algo sencillo pero a la vez delicado, los cantos del esquí al ser un elemento metálico no puede  regenerarse como en el caso de la suela del esquí; por este motivo cada vez que lo trabajamos estamos provocando una pérdida de material insustituible algo que va a provocar una disminución de su vida útil.

Esto no quiere decir que los cantos del esquí sean intocables, más bien que cualquier tipo de acción sobre ellos debe ser algo premeditado y nunca mejor dicho eficaz; aquí es de importancia contar con un buen servicio de Taller y valga la redundancia no vale cualquiera,  esta en juego la vida de nuestro esquí; es fácil comprobar los esquís mal trabajados y en a paraciencia nuevos, donde si observamos detenidamente veremos como la suela del esquí está muy por encima del canto, algo que va a impedir de manera fundamental en el comportamiento del propio esquí con el consiguiente peligro que ello significa.

Trabajar y mantener los cantos del esquí es lago complejo que sólo debemos hacer si tenemos la práctica adecuada, contamos con el material adecuado y los materiales necesarios, y a se sabe que los experimentos con …….. Lo mejor es siempre mantenerlos en las mejores condiciones; no guardarlos con humedad, limpiarlos siempre después del uso y a final de temporada cubrirlos con vaselina o cera para evitar el óxido y si este aparece limpiarlos con una solución de agua y bicarbonato que es menos agresivo que otros métodos.



La razón del óxido no es otra que  en su fabricación se usa  como base el Acero (hierro-Carbono) y de ahí la presencia del  óxido; sólo  pocos esquís usan el acero inoxidable en su composición y por tanto están alejados de este problema como Volant o Coretti.

Para acabar recuerda que un canto en condiciones y bien cuidado te ayudará en gran manera a tus esquís y no confundas  que tus cantos corten como un cuchillo jamonero con tenerlos con un afilado correcto y eficaz.


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