Arva, Pala, Sonda, Abs y sentido común

 Esta temporada parece que el invierno  ha llegado un poco antés  de lo habitual y por si fuera poco ha venido  con toda su fuerza. En la mayoría de  nuestras montañas  ya tenemos las primeras nieves y  también las noticias sobre  desgraciados incidentes: Astún ( 1 semi enterrado)) y Solden (2 victimas  mortales). 

 Las prisas y  las ganas de disfrutar de la nieve no deben   hacernos olvidar de  los riesgos inevitables que posee la  montaña invernal.

 No está de mal hacer un pequeño recordatorio  sobre los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de planificar o realizar cualquier actividad invernal.


Formación: es necesario disponer de unos  mínimos conocimientos  elementales  que nos hagan comprender los mecanismos y funcionamientos de la estructura  y comportamiento de la nieve. El riesgo  0 no existe y para que exista un alud sólo es necesario la presencia de nieve y pendiente.

Materiales: disponer de los elementos  que nos aporten seguridad en la actividad como son: Arva+Sonda+Pala+ABS . Éstos  no nos protegen por si mismos pero si ofrecen las únicas garantias que podemos tener si somos alcanzados por una avalancha. Siempre sin olvidar  que  la mejor garantia y material  somos nosotros mismos.

Práctica:  Necesitamos  no sólo tener los elementos necesarios para  protegernos, también  debemos  saber usarlos  ante un rescate de una victima de avalancha, el tiempo siempre corre en nuestra contra y por ello debemos ser ágiles y eficaces en su uso.

  • Sentido Común:  El mejor de todos los dispositivos de seguridad y en muchas ocasiones el que no usamos pesea ser gratis. Como ejemplo sirven este pequeño consejo:
    •   Si vamos dos personas o  en Grupo no debemos bajar a la vez, la mejor opción es realizar un descenso escalonado con puntos de reunión seguros que nos garanticen que en caso de  avalancha siempre quede alguien  protegido, con capacidad de actuación y con vibilidad sobre todos los miembros del grupo.
  • Observación y Terreno: En muchas ocasiones el peligro no lo generamos nosotros sino puede ser que lo provoquen otros, por tanto deberemos estar pendientes a la evolución de  otros grupos que puedan influir en nuestras trayectorias u otros  aspectos del entorno que  puedan influir en el desecadenamiento de avalanchas.

 Todos estos puntos son conocidos por la gran mayoría de deportistas invernales pero quizá donde más se falla sea en  los  dos  ultimos puntos    que son por cierto  los más  económicos y  sencillos de gestionar.

 Otras realidades en la práctica de de la montaña invernal es  el tema económico, está práctica es de las más cara de todas las que podemos paracticar en montaña, y la falsa sensación de seguridad que puede aportar el  transitar por zonas  que consideramos  seguras como entornos de estaciones o zonas próximas a nuestras zonas de actividad.

Pese  a todo lo dicho hasta este momento  debemos ser conscientes que en un contexto de  seguridad hay que   el 99,99% de las personas rescatadas con vida en una avalancha esta sujeta  a la propia intervención de los  propios compañeros, son pocos los casos en que los grupos de rescate organizados pueden sacar a alguien vivo o con expectativas de supervivencia, pero si son fundamentales a la hora de gestionar a las personas rescatadas y evitar otros problemas añadidos como la Hipotermia o traumatismos asociados a estos accidentes.

 Otro aspecto a tener en cuenta en nuestro gran pais Autonómico es la respuesta  que nos puedan proporcionar  los servicios de rescate, que  por desgracia es bastante aleatorio  y dispar en función de la CCAA en que estemos y la ubicación o medios que posean. 

 Personalmente recomiendo llamar  en caso de duda  pal 062 de la Guardia Civil, salvo en aquellas CCAA que cuente con servicio de rescate y que su base operativa esté cercanoa a nuestra situación, también hay que tener en cuenta que el único servicio de rescate en montaña que lo realiza a pie es la Guardia Civil, el resto sólo usa medios aereos.


Para finalizar  vamos a dar unas referencias que nos hagan reflexionar sobre los materiales que dispone el mercado.

Arva:  hoy el mercado ha evolucionado y los fabricantes nos ofrecen unos  aparatos con una relación precio-calidad inmejorable; hoy existen muchos modelos para elegir  y no hace falta escoger el Top de la marca. Para ser rescatado sólo hace falta un modelo que de señal, pero para buscar  los modelos más caros también son los mejores para esta función.

Pala: podíamos decir que es la pareja inevitable del Arva y representa el 50% del éxito de un rescate, no nos sirve de nada saber donde esta una victima si no somos capaces de desenterrarlo; si nos atenemos a los gráficos de supervivencia vemos que son los 15 mn primeros los que cuenta con el mayor índice de posibilidad de rescatar a una persona viva, por lo que es fácil de entender que si la pala la lleva el enterrado o un compañero que ha quedado lejos de la zona del alud y necesita remontar la situación se complicará enormemente. Otro aspecto a tener en cuenta es que la pala debe ser resistente y aunque sea una redundancia debe ser capaz de palear, no todo es nieve polvo, la transformación mecánica que sufre la nieve al desplazarse hace que ésta se endurezca de manera rápida convirtiendo la masa final en un cemento duro y  trabajoso de mover. No hace falta llevar un modelo de “albañil” existen modelos ligeros y resistentes capaces de mover cualquier tipo de nieve.

Sonda: Infravalorada y  el que  menos interés despierta, sin embargo su función es indiscutible no sólo nos sirve para localizar a la victima en a fase final de la búsqueda sino también nos ayuda a marcar su posición evitando que otros pisen la zona de enterramiento y  destruyan la porosidad de la cavidad de la víctima, su peso es insignificante y su longitud adecuada es la de 240 mm.

  • Airbags: la última incorporación en materia de seguridad y que aparetemente iba a ser la la solución definitiva pero que como todos los materiales tiene también  sus puntos débiles; funciona bien con aludes de nieve polvo o placa con gran recorrido  e inercia. No funciona igual  cuando  se produce un efecto "ancla" de esquís o tablas  Snow que permanezcan unidos a nuestro cuerpo y  no se puedan liberar  en caso de avalancha. En nieve húmeda  su efectividad es  nula.

No hace falta decir que el  trabajo del rescatador es fundamental y  debe comenzar desde el mismo momento que se desata la avalancha y no debe finalizar  hasta que la victima es rescatada.

El  disponer de  tranquilidad de saber seguir los protocolos y los pasos a seguir  es garantia  de mayor seguridad, otros aspectos como disponer de una mochila donde el material de seguridad este en un único compartimento es algo muy importante considerar a la hora de escoger una mochila para una actividad de esquí de montaña.

La intención  de este artículo  no es otro que  concienciar de los elementos que pienso son indiscutibles  a la hora de realizar cualquier actividad invernal y concretamente las relacionadas con el esqui de montaña.

El conocimiento, formación y sentido común son los mejores aliados que tenemos ante un incidente de avalancha, disponer de elementos adicionales  como  Aqualung son complementos que pueden ayudar a la supervivencia pero que no deben hacernos olvidar  que el material sólo son ayudas y que la verdadera seguridad la aportamos nosotros.

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